Hay que luchar con la vida cuando se nos vuelve rutina, cuando los días tienen el mismo cielo, y el reloj parece mantenerse quieto. Hay que luchar porque algo nos pasé, arrojarnos al mar para que en su vaivén encontremos el ritmo de algo que olvidamos en el mutismo de los días que no cambian.
Hay días en que las piernas tiemblan débiles, o que la inseguridad nos desgarra las ganas de hacer algo que nos haga vibrar, la falta de energías, el cansancio, la desidia, puede ser cualquier cosa, pero si dejamos que ese peso se monte sobre nosotros sin permiso y se quede allí agarrado como un parásito en nuestra vida, no nos daremos cuenta y la posibilidad de recorrer diversos caminos se desdibujará, así comolos recuerdos van cediendo en nuestra memoria.
Hay que estar despiertos, para poder recordar, parab tener algo valioso que recordar, levantarse cada mañana sacudiendonos la flojera, ese vacío del hacer, y montarnos en esa nube que nos lleve dónde queremos.
Escuchemos un temita algo rockero que nos despierte, algo que podamos cantar, bailar, rockanrolear, mojemonos la cara y el pelo, busquemos nuestros mejores colores y salgamos a caminar un rato por esas veredas locas de nuestro barrio donde los vecinos se barren la suerte todos los días y siguen a la marmota sin novedad.Tratemos de seguirle el ritmo, sin perdernos de vista, sin olvidar, sin tener miedo de correr o de equivocarnos, nunca es tarde para NADA, nunca es tarde para besar a quién miramos por años sin atrevernos a decir palabra, nunca es tarde para escribir, nunca es tarde para tirarse en paracaidas...nunca es tarde para renacer y rehacerse frente a los ojos del mundo...
Hay que hacerlo, arrojarnos a vivir antes de que estemos pegados en el sofa frente al televisor sin más vida que aquella que nos muestra la cajita idiota...
Yo empiezo hoy, mañana estaré corriendo tras mis sueños!